La opinión del experto: Dra. Asunción Mendoza



La Dra. Asunción Mendoza preside la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), una sociedad científica con una intensa actividad que se refleja en la organización de cada vez más reuniones, ya sea en solitario o con otras entidades, en pos de conseguir una mayor especialización y formación del profesional en este ámbito de la atención bucodental infantil.

El estado de la caries y la traumatología, de la que confiesa ser una enamorada, son parte de los temas centrales a abordar en estos foros, pero no los únicos. Así, la Dra. Mendoza considera relevante trabajar para afianzar la colaboración entre odontopediatras y odontólogos generales y demás sanitarios. En sus deseos está, además, lograr el reconocimiento de la especialidad, ya que aportaría una mejora sustancial en la calidad asistencial del paciente infantil.

A continuación puedes ver la entrevista completa para la revista Maxillaris.

“Al odontólogo general le falta conocimiento sobre la psicología delpaciente infantil”

¿Qué valoración hace de la caries en la población infantil y cómo se puede mejorar?

Actualmente, la prevalencia de la caries en la dentición temporal (5 y 6 años de edad) está en torno al 35 % y en dentición permanente (entre los 12 y los 1 años) sobre el 30 %. Como vemos, los datos se centran en edades que van de los 5 y a los 15 años porque todos los estudios ponen el foco en este rango de edad. Creo que ha llegado el momento de centrarnos también en el paciente bebé, es decir, desde el nacimiento. El plan actual de salud bucodental va de 0 a 14 años; por tanto es importante abarcar toda esta franja de edad. Lógicamente, esto precisa de una formación amplia y especializada. Hay mucha necesidad de formación y del reconocimiento de la especialidad en Odontopediatría.

¿Cuáles son las pautas clave para la prevención de la caries?

La prevención tiene que empezar desde el embarazo, no solo a partir del nacimiento del bebé. Hay que informar debidamente a la embarazada, porque esa es la verdadera prevención; si solo nos centramos en la atención al niño unos años después, la prevención se convierte en ir trabajar para resolver los problemas que van apareciendo. Los odontólogos, en general, no abordan de una manera adecuada la caries porque se centran en el momento en que se produce la patología en sí, pero no van a la prevención, que es lo verdaderamente importante.

Hay nuevos sistemas de diagnóstico de caries. ¿Qué valoración hace de la labor que hace la industria para ayudar al profesional en este ámbito de la caries?

Las nuevas tecnologías ayudan de una forma eficaz al tratamiento y al diagnóstico. En el diagnóstico habitual que hacemos de la caries, clínica y radiológicamente, utilizamos de forma rutinaria las lupas con magnificación y radiografías digitales, pero han aparecido nuevas tecnologías, como es la translumi-

nación, que se basa en una luz blanca que es sometida al diente; es interesante porque no produce ningún tipo de patología y no es ionizante, por lo que se puede emplear en pacientes en los que está contraindicado el uso de radiología.

¿Qué camino debería seguir la industria para satisfacer las demandas de los odontopediatras en este ámbito de la caries?

Lo fundamental es la prevención. Las investigaciones actuales se centran en la aparición de nuevos remineralizantes, que hace que la tan en boga odontología mínimamente invasiva pueda realmente ser efectiva. Por otro lado, se ha producido un gran avance con los materiales bioactivos, que han propiciado mejoras en la restauración de dientes que estaban en malas condiciones, porque se integran en el tejido mineralizado y hacen un tratamiento más efectivo.

“Hay que tratar al niño como lo que es: un paciente en crecimiento, no un adulto en miniatura”

Inauguración de la I Reunión conjunta SECIB-SEOP, con el Dr. Daniel Torres, presidente de SECIB (Sevilla, 2022).

Pasemos a la traumatología. ¿Cuál es su opinión sobre la forma en la que se a borda la traumatología en dentición temporal?

Soy una enamorada de la traumatología y creo que falta muchísima formación al respecto. En la Universidad de Sevilla, tanto en el pregrado como en el máster oficial, así como en el resto de formaciones permanentes que dirijo, hago mucho hincapié en este ámbito, porque creo que hay una gran deficiencia de formación en los odontólogos generales. En nuestro día a día acuden a consulta niños pequeños con dentición temporal que han sufrido traumas tiempo atrás; nosotros le preguntemos por qué no ha acudido antes dado que la patología está muy avanzada, y generalmente nos responden que han estado en varios dentistas y les han dicho que no pasa nada porque es un diente temporal. Esto es un grave error por parte del profesional, porque no solamente se va a perder el diente temporal, sino que se van a producir patologías irreversibles, en muchos casos en el diente permanente, como es el caso de la patología de la erupción, estética, etc. Es fundamental una formación en la patología del diente temporal.

Por otro lado, al odontopediatra le llama muchísimo la atención que se sigan reimplantando dientes temporales, lo que produce un trauma físico y psíquico en el niño; además de posible patología en el germen del diente permanente. Es un dato muy significativo.

“La prevención de la caries infantil debe de empezar desde el embarazo”

Jóvenes licenciados que participaron con la presentación de ponencias en la XXI Reunión de Jóvenes Odontopediatras (Sevilla, 2022).

¿Cuándo el odontólogo general debe tener claro que debe derivar al paciente al odontopediatra?

Cuando no se sienta capacitado. No hay una patología concreta que digamos: este caso corresponde al odontopediatra. Pero sí deberíamos tener claro que

no se debe de tratar a un niño sin la capacitación suficiente. Por ejemplo, nos llama mucho la atención el niño que no quiere ir a la consulta por fobias. Durante la primera visita, en nuestra anamnesis los padres refieren que el niño iba tranquilo a la primera cita con su dentista, incluso en el primer día de tratamiento, pero tras ese primer contacto ya han sido incapaces de volverlo a llevar. Se ha creado una fobia al dentista porque la atención no ha sido la correcta. Simplemente una incorrecta colocación de una anestesia, porque no se conozca la técnica en dentición temporal, puede ser un fallo enorme en el paciente en crecimiento porque va a generar dolor y fobia.

La Dra. Mendoza ejerce la práctica clínica en Coinsol Clinic, Sevilla.

¿En qué aspectos se están apreciando más dudas o carencias por parte del odontólogo general?

Fundamentalmente en la falta de conocimiento de la psicología del paciente infantil. Se le trata como un adulto en miniatura y ese es un error básico en el que hemos incidido siempre todos los odontopediatras. El niño tiene unas características particulares, tanto físicas como psíquicas, y hay que conocerlas.

Por lo general, las consultas no están preparadas para recibir a un paciente infantil; estoy totalmente en contra de ridiculizar nuestro trabajo, pero hay que procurar más el acercamiento, con juguetes, dibujos, etc. para que el paciente infantil se sienta bien. Un niño es un paciente en crecimiento, no un adulto en miniatura.

La demanda de tratamientos bucodental entre la población de 0 a 12 años ha crecido enormemente, hasta un 71 %, y se necesitan odontopediatras. ¿Dónde deben formarse los profesionales que quieran especializarse en Odontopediatría?

Si pensamos en la especialización, en Europa se requieren tres años de formación universitaria de posgrado. Evidentemente, sabemos que no todo el mundo puede dedicar tres años a recibir una formación de posgrado en la Universidad, por lo tanto hay otras vías aconsejables para formarte, como los diplomas expertos de formación permanente también avalados por universidades y otras formaciones de un año en las cuales el odontólogo general recibe teoría acompañada de práctica. Se debe tener muy claro que hay que continuar formándose constantemente.

Afortunadamente, en la SEOP realizamos formación continuada permanentemente y aquel profesional interesado tiene que inscribirse en la sociedad, asistir a los congresos, leer y estudiar y formarse continuamente.

La Dra. Mendoza con su último libro, Traumatología dentaria, editado por Quintessence.

“Soy una enamorada de la traumatología y creo que falta muchísima formación al respecto”

¿Hay interés por parte de los jóvenes a la hora de acercase a la Odontopediatría?

 

Hay interés por la Odontopediatría, pero quizá no tanto como desearía. Cuando hablo con mis alumnos de grado, en todas las promociones hay estudiantes que continúan la formación con nosotros en el área de la Odontopediatría y otros que se informan de cómo realizar una formación especializada a través de instituciones formativas privadas que ofrezcan capacitaciones solventes a tiempo parcial.

 

No obstante, la tendencia mayoritaria se encamina a implantes u ortodoncia.

¿Es fluida la relación entre el pediatra y el odontopediatra?

La relación es fluida, aunque siempre queremos más. En diciembre hemos celebrado en Madrid la 23a Reunión de Pediatras y Odontopediatras, en la que intercambiamos conocimiento y nos pusimos al día. Es muy importante esta colaboración, pero no es suficiente; de hecho, nos gustaría colaborar más con la Asociación Española de Pediatría.

Pediatras y Odontopediatras, en la que intercambiamos conocimiento y nos pusimos al día. Es muy importante esta colaboración, pero no es suficiente; de hecho, nos gustaría colaborar más con la Asociación Española de Pediatría.

“El síndrome hipomineralización incisivo-molar es una patología cada vez más habitual, y desgraciadamente no está bien diagnosticada por el odontólogo general”

Caries aparte, ¿en qué área de la Odontopediatría se está investigando más profusamente y con mejores resultados?

 

Sobre todo en traumatología, es conocido que se lleva investigando más de 10 años acerca de la revascularización cuando hay un ápice abierto y un diente necrótico. Hay una constante investigación en cuestiones como qué desinfectantes usar para eliminar las bacterias y producir nuevamente remineralización. 

Además, también están los materiales bioactivos utilizados, por ejemplo, en el síndrome hipomineralización incisivo-molar, que es una patología cada vez más habitual y desgraciadamente no está bien diagnosticada por el odontólogo general.

 

¿Qué momento vive hoy SEOP?

Estamos en un momento magnífico. Tenemos alrededor de 720 socios y es una cifra que está aumentando. Estamos muy presentes en las redes sociales y nuestras publicaciones son visitadas no solo por socios, sino también por dentistas generales, contando con gran aceptación. Tenemos mucha relación con la Academia Europea de Odontopediatría, la Sociedad Portuguesa de Odontopediatría, o con la Asociación Latinoamericana.

También estamos abriendo un camino muy interesante con otras sociedades odontológicas, así el pasado octubre celebramos una reunión con SECIB, a la que acudieron muchos alumnos de pregrado y de posgrado vinculados a ambas sociedades. Este intercambio de conocimientos entre sociedades afines y complementarias es uno de los objetivos que tenía cuando asumí la presidencia de SEOP. De cara a 2023, me gustaría reanudar estas reuniones con otras sociedades, como las de Ortodoncia, Endodoncia, etc.

 

La mirada multidisciplinar es clave a la hora de abordar al paciente infantil.

Así es. En la reunión con SECIB, los odontopediatras aprendimos sobre planificación digital, que es un ámbito que ellos tienen más desarrollado, y nosotros les aportamos mucha información sobre el manejo del paciente cuando se le va a realizar una intervención quirúrgica, etc.

 

¿Tiene que ser la Odontopediatría reconocida como una especialidad odontológica?

Por supuesto, y creo que tiene que ser la primera por varias razones. La primera, porque la Odontopediatría es especialidad en todos los países de la Unión Europea. Segundo motivo, porque la Odontopediatría está dentro del Sistema Nacional de Salud Pública, ya sea mediante los PADI o en Atención Primaria, y en ambos casos los pacientes son atendidos por dentistas generales porque no hay especialistas. Es totalmente necesaria la creación de Odontopediatría en este país y esperamos que con el nuevo Real Decreto se consiga; lo estamos trabajando desde SEOP con el Consejo General de Dentistas para que podamos dar un paso de gigante en favor de la especialidad.

 

Si hubiera especialidad, todos estos puestos de atención infantil del Sistema Nacional de Salud estarían cubiertos por odontopediatras, lo que redun-daría en un gran beneficio para el paciente infantil.

 

La Dra. Mendoza posa durante la defensa de casos clínicos de las alumnas del Diploma Experto en Odontopediatría clínica de IDEOD.